
Miremos a las estrellas
2016 ha sido el año que salió al revés. No es nada fácil caminar por un sendero que a cada recodo intenta hacerte retroceder un trecho, y durante los últimos doce meses hemos retrocedido muchos trechos, quizá demasiados. Empezamos el año bajo la sombra de los ataques de París y la amenaza de atentados durante las fiestas de toda Europa, y esa sombra no ha desaparecido: Bruselas, Niza, Berlín… Ya son tantos ataques que comienzan a mezclarse en la memoria: ¿alguien recuerda que en Orlando, EEUU, 49 personas fueron tiroteadas por un hombre que se declaró leal a Daesh? Sin embargo, los 658 muertos que ha dejado el terrorismo en 46 ataques en Europa y las Américas desde enero de 2015 hasta julio de 2016 parecen no ser muchos, al menos comparados con las 28.031 vidas que se cobraron los 2.063 ataques que se perpetraron en el resto del mundo en ese mismo período (The Washington Post).