Año viejo, año nuevo
No quiero empezar sin pedir disculpas y dar las gracias, que como he dicho en varias ocasiones son dos verbos (el perdonar y el agradecer) que es sano conjugar con cierta frecuencia.
Disculparme, por mi mutismo en este último año, que ha sido el año del despegue de mi «actividad política», por decirlo de algún modo; y al mismo tiempo, el del declive de este pequeño rincón de la Red. Una cosa va ligada a la otra, lógicamente. Pues aunque se podría pensar que a más actividad, más cosas que contar, también es cierto que a más actividad, menos (mucho menos) tiempo para escribir. Dicen que la llegada del nuevo año es momento de propósitos; el mío es no fallar a mis fieles lectores como lo he hecho últimamente. Por tanto, perdón.
Agradecer, porque WordPress ha tenido la gentileza de enviarme un completo informe estadístico sobre la actividad de Escaño Vacante durante 2011, y ha sido una muy agradable sorpresa constatar que en los últimos doce meses, las visitas de este blog se han multiplicado por cinco, y alcanzado una media de entre seis y siete visitas diarias. Por tanto, no puedo sino agradecer esta afluencia tan significativa y prometer que intentaré, en tanto en cuanto mis estudios y mis actividades me lo permitan, mantener una cierta constancia en las publicaciones. De corazón, gracias.