
¿Es por las elecciones?
Esa fue la pregunta que me hizo a bocajarro la funcionaria consular de la Embajada de España en Oslo cuando ayer entré en el edificio con un «Buenos días, soy ciudadano español» –un poco peliculero, reconozcámoslo–. Ése debe de ser el estado de nervios que impera en todas las Administraciones que tienen que hacer frente al tinglado electoral; por supuesto, no se refería a las generales que se esperan –señor Presidente mediante– para noviembre, sino a las catalanas del 27 de septiembre. Continúa leyendo “¿Es por las elecciones?”