Silencio

Silencio

Esta vez, nadie sabe a ciencia cierta si la calma llega antes de la tempestad. Si fuera así, supongo que los cuatro años de Legislatura deberían haber sido un remanso de paz. Sin embargo, trescientos días después de que empezara la tormenta, la calma amenaza con ser excesiva. Ha sido poner María Dolores de Cospedal un pie en la sala del Consejo de Ministros, y una vía de morfina ha liquidado sin más trámite un año de convulsión, enterrándolo para siempre en el cajón que reza la máxima de El gatopardo: que todo cambie para que nada sea diferente. Continúa leyendo «Silencio»

Fracaso

Fracaso

Ya puede el Ministro Montoro ir firmando la Orden Ministerial correspondiente para que la remuneración de los miembros de las meses electorales suba sustancialmente por el hecho de tener que dedicar doce o catorce horas del día de Navidad a organizar unas elecciones. Más que nada porque de lo contrario va a haber que gastar un pastizal en policía y guardia civil para sacar a la gente de sus casas y poder abrir las mesas electorales, y en funcionarios que tramiten las multas. Continúa leyendo «Fracaso»

Y si no, ¿qué?

Y si no, ¿qué?

Ciudadanos anuncia que va a negociar un posible sí a un Gobierno presidido por el hombre-analgésico. Pero si no llega a hacerlo, ¿qué? Esa es la pregunta básica. Mes y medio después de repetir las elecciones, aquí nadie hacía nada. Lo de Pedro Sánchez es de película: ha desaparecido del mapa. Literalmente, ni los medios saben exactamente dónde está, dado el programa vacacional intensivo que ha decidido emprender. Sánchez, que sí dio la talla en febrero cuando Rajoy huyó de su responsabilidad, he decidido asumir ahora el papel del Presidente y esperar: esperar y resistir cueste lo que cueste. Aunque cueste unas terceras elecciones. Continúa leyendo «Y si no, ¿qué?»

Una carta en una caja

Una carta en una caja

Mañana por la tarde, una mujer entrará en su nuevo despacho. Inmediatamente después, y antes de ocuparse de otros actos más agradables, se le exigirá que coja un papel y una estilográfica y escriba de su puño y letra una carta. Una vez fechada y firmada, la carta será encriptada y enviada a varios submarinos nucleares Vanguard repartidos por el planeta. En ellos, la misiva se guardará, sin ser abierta, en una caja de seguridad dentro de otra caja de seguridad. Y, con un poco de suerte, nunca será abierta hasta que haya de ser sustituida por otra carta similar, firmada por el siguiente inquilino de ese despacho.  Continúa leyendo «Una carta en una caja»

Echarle arrestos

Echarle arrestos

Para decir en una rueda de prensa que «estuvimos dudando entre el reggaetón y el merengue, y finalmente nos decidimos por el merengue», hay que echarle arrestos. Esta campaña va de eso y desde luego, el Partido Popular está demostrando que otra cosa no, pero arrestos los tiene todos. Porque hay que tenerlos para hacer todo lo que ha hecho el partido que, quince años después, aún preside Mariano Rajoy. Continúa leyendo «Echarle arrestos»