De errores contagiosos y elefantes inoportunos

Palacio de la ZarzuelaNo hace ni una semana que escribía sobre el fracaso de la comunicación que se está produciendo en La Moncloa (y que sigue: ¿dónde está Rajoy respondiendo a las provocaciones de Kirchner?).

Apenas 48 horas más tarde, era La Zarzuela la que se sorprendía a sí misma haciendo el ridículo mientras anunciaba que el Rey se había roto una cadera… cazando. Pero cazando… elefantes. Y elefantes en… Botsuana.He estado pensando, pero no se me ocurre ningún ingrediente peor.

Se me ha ocurrido que el momento familiar podría ser más inoportuno, pero no; un nieto con una vía de ventilación en un pie, un yerno imputado… No, el momento es perfecto. No digamos ya la coyuntura política, social y económica: la prima de riesgo se nos escapa, Argentina nos torea, la Bolsa se hunde. Para que quiere usted más.

También había pensado en orcas, en osos panda o en linces ibéricos, pero claro, por hacer eso te meten en la cárcel si no eres el Rey. Porque si eres el Rey, entonces no te meten a ti: meten al Presidente del Gobierno (artículos 56.4 y 64 de la Constitución). Y claro, así no tendría gracia. Por lo tanto, la especie animal escogida también es la mejor.

Y por último, tenemos el tema del conocimiento o no por el Gobierno del viaje de Su Majestad. No esperaba que Rajoy dijera “si” o “no” cuando le preguntaron; es gallego. Pero de ahí a decir que el Rey se va a un país sin legación diplomática como es Botsuana sin que nadie se entere, me parece un absurdo. Lo sabía el Ministerio del Interior, porque la seguridad de la Casa del Rey depende directamente del Secretario de Estado de Seguridad. Lo sabía el Ministerio de Asuntos Exteriores, porque hubo que dar cuenta del viaje a la Embajada más cercana. Y lo sabía el Ejército, porque el Rey tiene una escolta militar permanente.

Por lo tano, decir que Moncloa no sabía del viaje es absurdo. Dicho esto, podemos determinar si, siendo conocedores de los planes reales, no debería haberlo impedido.

Y aquí es donde encuentro yo el error. A mí, siendo francos, no me importa que el Rey se vaya a cazar, se vaya a la playa o se vaya con las cabras al monte. Pero sí me preocupa que el Gobierno de España, “dirigente de la política interior y exterior” (97 CE), sea incapaz de entender que el Rey no se puede ir en este momento una semana a Botsuana a cazar. Por múltiples motivos, el más importante de ellos el brutal desgaste que la Monarquía está sufriendo en los últimos años. Por lo tanto, además del absoluto fracaso de Don Juan Carlos y del Jefe de la Casa del Rey, señor Spottorno, como responsables de los viajes y demás eventos del monarca, considero un enorme fracaso la gestión del Gobierno.

Juan Carlos IQuiero dejar claro, de todas formas, que yo soy un convencido monárquico. La institución de la Corona y la Jefatura del Estado en la figura del rey asegura “la unidad y permanencia” del Estado. Los Gobiernos cambian, las mayorías cambian, pero la Corona permanece encarnando la estructura política de España. Un presidente de la República actúa como todo cargo electo: para lograr la reelección, ya sea la suya o la de sus compañeros de partido. Un rey actúa sabiendo su destino y con el único interés de preservar el bien de su país. Para los más escépticos concedo que lo guarde para su sucesor, no para el país.

Pero lo guarda, fin y al cabo, que es lo que importa.

En esta entrada el agradecimiento es para Ángel Villalobos, cuya inestimable ayuda ha servido para modernizar, aunque sea un poco, la imagen de este pequeño rincón de la Red.

Gracias por seguir ahí.

2 comentarios en “De errores contagiosos y elefantes inoportunos

  1. Gracias por la mención en tu entrada Jaime, supongo que lo más correcto será preservar el tono académico que caracteriza a tu blog así que espero se entienda cuando digo que estaré muy dispuesto a persuadirte en cuanto a la inversión de esfuerzo se refiere, respecto a otras actividades no demasiado importantes (relativas al ámbito lectivo de la Sociología General) con cualquier nimiedad que se me ocurra.

    Una vez dicho esto, hablabas hoy de que serían bienvenidos comentarios que pudieran discrepar con la opinión que expones en tu blog. En fin, cuando se aplica el sentido común es difícil discrepar y es que a fecha actual yo también apoyo que España siga siendo a fin de cuentas un reino aunque lo que me mueva a ello sea una cuestión meramente práctica. Aprovecho esta actualización para preguntarte si esta institución histórica no se opondría en tu opinión, como reserva de cargos que es, a la Igualdad como imperativo de la ideología liberal que rige el sistema que hemos desarrollado y por tanto al artículo 1 y 35 de la Constitución española.

    Mi pregunta no es tanto si es constitucional o no, que evidentemente lo es (art 3 CE) (además que de hecho en última instancia por lo menos a mi forma de entender la legitimidad de la Constitución y del Estado democrático español se sostiene sobre la figura del Rey) sino más bien si se trataría de un vestigio medieval anacrónico condenado a desaparecer o si por el contrario crees que puede sostenerse indefinidamente adaptándose a las circunstancias como habría hecho hasta ahora.

    De hecho creo que he hecho dos preguntas y no una. Espero sean de tu interés xD.

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  2. Gracias a ti por la sugerencia y el asesoramiento (espero que te gusten los últimos retoques, nada desdeñables). Por supuesto, la inversión de esfuerzo que, a lo largo de cuatro años, he hecho aquí no será nunca para la Sociología que tanto te gusta 😉

    Con respecto a tu comentario, además de alegrarme de que también seas monárquico (aunque sea «pragmáticamente»), he de decirte que no entiendo muy bien la pregunta sobre el choque entre la Corona y los artículos 1 y 35 de la Constitución.

    Veamos, el artículo 1 es una especie de bucle insondable; si te refieres al punto 1, como supongo, interpreto que estás hablando de la supuesta igualdad de todos los españoles entre ellos y ante la ley. Bien, esto es en la teoría y en la práctica, falso. Porque, como sabes, el Rey (ciudadano) no está sujeto a responsabilidad jurídica, política o de cualquier otro tipo (56.3) y de sus actos es responsable la persona que los refrende; generalmente, el Presidente del Gobierno. Por lo tanto, no dejas de tener razón: no todos los españoles somos estrictamente iguales. De todas maneras, es de suponer (recalco el «suponer») que un monarca Jefe del Estado no va a cometer un delito. Es distinto al caso alemán, por ejemplo, donde recientemente el Bundesprasident dimitió por un escándalo de corrupción; el rey no posee patrimonio, de modo que sería ilógico que ‘metiera la mano en la caja’, ya sea para sí o para su familia, porque ellos también están fiscalizados.

    Con respecto al artículo 35, sólo me encaja traerlo a colación por el «derecho a […] la libre elección de profesión u oficio»; indudablemente, y en principio, el rey carece de ese derecho porque su dedicación es exclusiva (es decir,no puede trabajar por cuenta propia o ajena), y porque su nacimiento determina su condición de heredero al trono y por tanto le priva de otros trabajos. Ahora bien, entiendo que la abdicación libera al rey de todas sus obligaciones y exclusividades.

    Con respecto a la última cuestión, sí es cierto que la monarquía, en su propia esencia, tiene un toque medieval, si quieres llamarlo así. Es una institución que nada tiene que ver con el resto de las que componen el Estado, indudablemente, pero yo sí confío en que con la renovación en el trono (no sólo la del Príncipe Felipe, me refiero a una renovación continua) y los sucesivos avances de la sociedad, la Corona podrá avanzar con ella y adaptarse a los tiempos.

    Gracias por tu comentario y perdón si me he extendido… que sé que sí.

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