El mundo ha cambiado; los Estados Unidos deberemos cambiar con él. Barack Obama
Hoy, la Historia comienza a escribir un nuevo capítulo para su colección.Varios millones de personas -sigo esperando a que los medios de comunicación se pongan de acuerdo- han presenciado en directo hace escasos minutos cómo un hombre de color se situaba al frente de la nación más poderosa del mundo. Varios millones de almas, de historias, de ilusiones, de esperanzas, han sido testigos de un cambio que no sólo afectará a los Estados Unidos, sino a todo el planeta. Barack Obama ha tomado posesión de su cargo -con ligeros tartamudeos, pero lo ha hecho- bajo la atenta mirada de un mundo que necesita un nuevo líder.
Dentro de diez días se cumplirán 61 años del asesinato de Mahatma Gandhi tras décadas de lucha por la paz; el 4 de abril será el aniversario del asesinato de Marthin Luther King, que marcó al mundo con su discurso ‘I have a dream’; JFK murió asesinado en medio de un desfile en Dallas el 22 de Noviembre de 1963 tras encandilar a una nación con frases como ‘No preguntes lo que tu país puede hacer por tí: pregúntate lo que tú puedes hacer por tu país’… La lista es larga. Todos ellos han sido héroes que abanderaron sus ideales contra viento y marea, y que han conseguido hacer que sus nombres aparezcan en negrita en los libros de Historia del siglo XX. No es el hecho de que estos tres personajes históricos fueran asesinados a tiros lo que los hace relevantes, si no el que defendieron sus ideas y valores ante millones de personas; movilizaron masas para hacerse oír; calaron hondo tanto en quienes les escucharon como en quienes quisieron hacer oídos sordos. Tuvieron el coraje de desafiar a quienes se lo impedían, y triunfaron.
Barack Obama carga sobre sus hombros una enorme responsabilidad: hoy, todo mundo conocido dirigía su mirada hacia las escalinatas del Capitolio para ver como un nuevo símbolo de la esperanza se convertía en el hombre más poderoso del mundo. Millones de personas esperan de él grandes cosas, y ven en su persona aspectos de King, de Lincoln, de Kennedy, que fusionados en un solo hombre deberían tener fuerza suficiente para mover la Tierra. Millones de personas confían en que bajo su liderazgo el mundo tomará un nuevo rumbo, hacia la paz y la prosperidad. Confían en que por fin, alguien haya llegado para tomar las riendas y apartar al mundo de los desastres nucleares, las torturas o la pobreza.
Esperemos que Obama sepa guiar el principio de este siglo ahora que ya lo ha marcado como el comienzo de una era.